¡Pedalea en familia, con mucho arte!
- Cultura
- 01 May 2024
Os proponemos un divertido paseo con mucho arte por algunos de los rincones más bonitos de Donostia, descubriendo esculturas que destacan no sólo por su belleza, sino por el entorno en el que están ubicadas. Y además, para que el plan en familia sea redondo… ¡el paseo del arte es en bici y transcurre por los diferentes bidegorris que recorren nuestra ciudad! ¿Estáis preparados? Coged el casco, la cantimplora, la merienda… ¡y nos vamos!
Don Quijote y Sancho Panza - Autor: Lorenzo Collaut Valera
Empezamos nuestro recorrido en la plaza Cervantes, ubicada en pleno paseo de La Concha. Nos reciben Don Quijote y Sancho Panza en una escultura de bronce que data de 1929. Como curiosidad, os contaremos que su autor es el padre del escultor de una de las obras más icónicas de Donostia, el Monumento al Sagrado Corazón en la cima del monte Urgull, que podéis ver enfrente si miráis hacia el mar. Podéis subir a verlo si estáis animados, aunque en este caso la bici la dejaremos en Alderdi Eder, porque tenéis un buen paseo… eso sí, ¡las vistas bien merecen el esfuerzo!
Monumento a Fleming – Autor: Eduardo Chillida
Desde la plaza Cervantes, tomamos el bidegorri en dirección al barrio de El Antiguo y recorremos todo el paseo de la Concha en bici. Un placer pedalear en familia al lado del mar. Llegamos al Monumento a Fleming, obra firmada por Eduardo Chillida y que homenajea al inventor de la penicilina. La panorámica de la escultura y la bahía es espectacular.
Monumento a la Reina Mª Cristina – Autor: José Díaz Bueno
Continuamos nuestro paseo hasta los jardines de Ondarreta, donde se encuentra esta estatua en bronce que muestra el agradecimiento de la ciudad a la reina que trajo a Donostia el veraneo de la corte. El monumento a la reina es un punto de encuentro habitual de las cuadrillas en verano para ir a la playa.
Peine del Viento – Autor: Eduardo Chillida
Desde allí, os recomendamos acercaros a pie (el bidegorri termina al final de la playa) a visitar uno de los puntos más emblemáticos de Donostia, el Peine del Viento. Las estructuras de hierro, unidas al mar y las olas, hacen de este rincón, ideado por el escultor Eduardo Chillida junto al arquitecto Luis Peña Ganchegui (ambos donostiarras), uno de los más especiales y mágicos de la ciudad. Si el mar está revuelto y sopla viento, veréis cómo el aire sube por las chimeneas ubicada se en el suelo al final de paseo. Una auténtica diversión para los txikis. También es un buen lugar para descansar en las escalinatas y tomar el hamaiketako.
Vuelta al centro
Volvemos a por la bici, tomamos de vuelta el bidegorri hasta el centro y, atravesando la plaza de Gipuzkoa, llegamos a la Plaza Okendo, entre el Hotel María Cristina y el Teatro Victoria Eugenia. Dos edificios que, si los miramos bien, ya son una obra de arte en sí mismos, y entre los que encontraréis la escultura que rinde homenaje a Antonio de Oquendo, obra del bergarés Marcial Aguirre.
Monumento al Tamborrero - Autor: José Lopetegui
Desde allí, después de descansar un rato en un banco y en los jardines, podéis acercaros a la plaza Sarriegi y visitar el Monumento al Tamborrero. Obra del escultor donostiarra José Lopetegui, se compone de un conjunto formado por el busto del compositor donostiarra Raimundo Sarriegi junto a la figura de un tamborero y una placa en la que está inscrita la marcha de San Sebastián, compuesta por Sarriegi, y considerada como el himno de la ciudad, que se toca el día de San Sebastián. En 2022 se sumó a este conjunto escultórico la figura de una aguadora, obra del artista Nino Barriuso, y símbolo de la igualdad en la fiesta grande de San Sebastián. ¡Todo un homenaje a la tamborrada, nuestra fiesta favorita! ¿No os dan ganas de tocar el tambor? Volvemos al bidegorri con nuestras bicis y recorremos el Paseo Nuevo junto al mar, para llegar a una de las obras más recientes de Donostia, la Construcción Vacía de Jorge Oteiza. Las vistas desde allí son espectaculares y podéis sentir la inmensidad del mar.
Construcción Vacía - Autor: Jorge Oteiza
Fue el propio Oteiza quien escogió esta espectacular ubicación para esta imponente obra, premiada en la Bienal de Sao Paulo hace medio siglo e instalada en el paseo Nuevo, que es todo un referente de arte contemporáneo. De nuevo en bici volvemos por el Paseo Nuevo hasta el Puente del Kursaal, lo cruzamos y continuamos por el bidegorri recorriendo la playa de la Zurriola hasta Sagües, donde encontramos otra imponente escultura de Nestor Basterretxea.
Paloma de la Paz – Autor: Nestor Basterretxea
Símbolo del compromiso de Donostia con la paz, esta impresionante obra de 7 metros de altura culmina el paseo de la Zurriola, en Sagües. Aquí terminamos nuestro paseo, podéis descansar en la explanada mientras los txikis juegan en el parque, o tomar algo en las animadas terrazas que encontraréis por esta zona. Esperamos que os haya gustado el recorrido.
Eskerrik asko!