¡Finde con amigos en Donosti!
- Donosti Feeling
- 30 Abr 2022
Esta Semana Santa estuve con unos amigos visitando San Sebastián unos días. Yo estuve de pequeña (¡gracias padres!), pero hace tanto que apenas me acordaba de nada. Iba expectante porque tiene tan buena publicidad esta ciudad que quería verlo por mi misma para creérmelo.
Que si es la mejor playa de Europa, que si fue el año pasado Capital Europea de la Cultura, que si finalista a European Best Destination 2017...
La verdad es que después de haberla disfrutado durante unos días entiendo todos esos reconocimientos. Es un lugar con un enclave único y lleno de edificios aristocráticos de principios del siglo XX. He leído que hasta hay quien lo compara con un pequeño París menos turístico y con mar (porque ya le gustaría a París tener esas playas...).
Ahora me gustaría contarte, como siempre, aquello que más me gustó más, lo que menos, lo más auténtico que hicimos y lo que fue mejorable de nuestro viaje a San Sebastián. Todos deberíamos tener esto claro al volver de un viaje. Así aprenderíamos de él para la próxima.
Lo que más me gustó
- El entorno: La ciudad no podría estar en un sitio mejor. Desde cualquiera de sus dos montes, Igueldo o Urgull se puede admirar toda la bahía. Por supuesto la ciudad acompaña: grandes avenidas, servicios de ciudad grande o sus característicos edificios históricos. Un lugar realmente agradable.
- La ubicación de nuestro apartamento: Como ya viene siendo habitual cuando viajamos con amigos sobre todo, decidimos alojarnos en un apartamento en lugar de en un hotel. Éste estaba en pleno casco viejo, concretamente en la calle 31 de Agosto, una de las más concurridas y con más bares de pintxos de la ciudad. Fue éste*. No podríamos haberlo elegido mejor. Eso sí, ya nos aseguramos que la casa estaba bien insonorizada y efectivamente así fue.
Lo que NO me gustó tanto
- El nivel de vida: Vivir en San Sebastián es caro. Queda claro a las pocas horas de poner un pie allí. Desde aparcar el coche hasta comer por ahí. En fin, que tienes que hacerte a la idea que es como si estuvieras en Europa. Y por supuesto nada de comparar los pintxos con las tapas casi gratis de Andalucía.
- El tiempo: No tengo queja del tiempo que nos tocó en Semana Santa. Excepto algún día que estuvo más nublado tuvimos mucha suerte. Sin embargo, sé que no es así normalmente. Es como cuando vas a Escocia, hace sol y todo es precioso. Pero claro, tiene un precio. En su defensa diré que yo estoy acostumbrada a tener 300 días de sol al año en mi Costa del Azahar por lo que tengo el listón muy alto. De todas formas, el lugar lo vale.
Lo más auténtico
- Una buena txuleta: Por una recomendación que ahora no logro recordar de donde vino terminamos en la sidrería Zabala, situada en un caserío en Aduna, a sólo 10 minutos de San Sebastián. Queríamos probar la buena carne del norte y vaya si lo hicimos. El lugar resultó ser algo más rústico de lo esperado, pero también mucho más auténtico. En el sótano pudimos probar sidras varias directamente de sus toneles, el menú era único pero exquisito y algo que nunca falla: éramos los únicos forasteros. La carne por supuesto buenísima.
- Hablando con una local: Yo tenía ilusión de "bañarme" en la playa de la Concha. Y aunque no hacía tan buen tiempo al menos nos acercamos a mojarnos los pies. A la salida estuvimos hablando con una mujer mayor que salía en bañador del agua. No es un mito que haya vascos que se bañan todos los días en el mar. Ni que son la mar de majos. Doy fe.
Lo mejorable
- ¿Ambiente nocturno? Una noche nos apetecía salir hasta más tarde y no encontramos el lugar. No digo que no la haya, pero no nos informamos bien y al final nos quedamos con las ganas de marcha... ¡para la próxima preguntaremos antes de salir... o nos asomaremos a alguno de estos locales!
La próxima vez
Siempre que se termina un viaje pienso en lo que haré la próxima vez que vuelva. Hugo me dice que nunca tengo bastante. ¡Y tiene razón!
Por si te son útiles mis reflexiones después de haber estado te diré que, además de repetir lo que más me gustó, si volviera a San Sebastián:
- Estaría más días: Tres o cuatro días se me hicieron cortos para conocer bien la ciudad. No te equivoques, no es grande, pero San Sebastián es una ciudad para vivirla y para eso hay que estar al menos una semana (o más).
- Aprovecharía todas las actividades más emblemáticas de la zona: daría clases de surf en la playa de Zurriola, me relajaría en la Perla (que por cierto, se come genial en su terraza), navegaría hasta Santa Clara, etc.
Resumiendo, que ha sido una experiencia increíble, en un lugar que merece toda la fama que tiene y que recomiendo a cualquiera que lo conozca.