Carruseles de la Belle Époque
- Donosti Feeling
- 05 Mar 2020
Carrousel Place – Alderdi Eder (1900)
Situado en un lugar estratégico, entre los jardines de Alderdi Eder y la playa de la Concha, el Carrousel Palace amanece todos los días contemplando la espectacular bahía de la concha.
Este carrusel es una réplica del carrusel de 1900 y se instaló en Donostia hacia 1998 para recordar esa época dorada en la que la ciudad ofrecía atracciones de todo tipo para los turistas.
Este tiovivo sin duda llama la atención de los más pequeños de la casa, pero también de los más mayores; y es que merece la pena acercarse y contemplar cada detalle: Caballitos, avionetas, delfines, coches, cisnes, carrozas, tigres y jirafas… al más puro estilo Belle Époque llenan las dos alturas de este carrusel. Bajo el techo, pintado a mano, nos encontramos con representaciones de cuadros de pintores tan conocidos como Van Gogh, Gauguin, Lautrec, Vallotton, Monet, Cezanne, Picasso o Degas… y en lo alto un precioso caballito vigila la ciudad.
Si vienes a Donostia acércate a este bello carrusel y tomate unos minutos para admirarlo, ¡No te arrepentirás!
Carrusel Txuri Urdin – Gros (1909)
Aunque el carrusel de Alderdi Eder sea el más conocido de Donostia en Zuberoa Plazatxoa, Gros, también podemos encontramos un pequeño y precioso carrusel, de más de 100 años, que merece la pena visitar.
Este carrusel fue construido entre los años 1900 y 1910. Ha sido restaurado en varias ocasiones adaptándose a cada época. En la primera etapa, era un aparato sin energía eléctrica y su movimiento se realizaba manualmente con un operario que se ubicaba en el centro, según iban avanzando los años, la instalación eléctrica se generalizaba en las ciudades y pueblos, por lo que a principios de los años cuarenta y al acabar la guerra civil, fue incorporado un motor eléctrico de gran potencia, cuya variación de la velocidad se realizaba con un cajón de cuchillas de sal, este sistema ha estado activo hasta el año 2000.
En el año 2008 se inició una restauración total, con las últimas tecnologías y se hizo una decoración personalizada para la ciudad de San Sebastián. El carrusel está pintado a mano y en él se pueden ver ilustraciones sacadas de fotos antiguas del Donostia de principios de siglo.
Varias generaciones de donostiarras han disfrutado y siguen disfrutando de este coqueto carrusel, y es que es una pequeña joya pensada para una gran joya, la ciudad de San Sebastián.