Playa de La Concha

La playa de La Concha es la postal más reconocida de Donostia / San Sebastián

playa-la-concha-barandilla-atardecerAtardecer en la playa de La Concha. Foto: The passport memorandum

La Concha es la joya donostiarra por excelencia y uno de los mayores emblemas de Donostia / San Sebastián, es el marco incomparable. Situada en frente de la Isla Santa Clara la playa de La Concha llena las revistas y los periódicos y ha sido seleccionado como la playa número uno de Europa y España.

Hoy, miles de personas siguen asomándose a la famosa barandilla de su paseo marítimo y bajan para pasear por la playa o darse un baño en sus aguas hipnóticas.

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La reina de las playas

La playa de La Concha es una playa llena de historia e historias. Isabel II puso de moda la playa de La Concha en 1845, después de que sus médicos le recomendaran baños de mar para sus problemas de la piel. Tras ella, y con la nueva moda de ir a la playa, llegó el resto de la corte y la aristocracia de la alta sociedad que dieron origen a la San Sebastián elegante y distinguida. Después llegó todo lo demás: el apodo de la Perla del Cantábrico, los turistas y el reconocimiento como una de las playas urbanas más hermosas del mundo.

Caseta Real de baños en la playa de la ConchaCaseta Real de baños en la playa de la Concha.Foto Alday

la-concha-1923Mujeres paseando por La Concha en 1923. Foto Martín Ricardo

Una playa urbana con mucho estilo

La playa de La Concha se encuentra en el centro urbano de San Sebastián y es parte de la bahía de la Concha. Tanto la playa como la bahía deben su nombre a la similitud de su forma, desde una vista aérea, con la de una concha.

Es una playa de aguas poco profundas y aunque a menudo las mareas limitan la superficie útil la playa de La Concha siempre ofrece vistas espectaculares desde fuera y dentro del agua. En Semana Grande, con los fuegos artificiales, se convierte en un gran escenario donde visitantes y donostiarras disfrutan del espectáculo comiéndose un helado. También con las famosas regatas la afición se acerca a la playa para seguir de muy cerca esta competición.

Asimismo, La Concha está muy bien equipada y dispone de todo tipo de servicios: desde los clásicos toldos azules y blancos que dan sombra y un pintoresco aire a la playa, hasta lavabos, duchas y guardarropas que ofrecen comodidad a los bañistas.

Servicios de playa de La Concha: Toldos, gabarrón, wc, duchas...La playa de la Concha con los toldos en verano

Durante los meses de verano, gracias a las aguas tranquilas de esta playa, se coloca una estructura, llamada Gabarrón, con toboganes y trampolines en el mar.

Una playa para pasear y hacer deporte

La arena fina y dorada y sus más de 1300 metros de longitud la convierten en una playa ideal para pasear descalzo. Por la misma playa de La Concha, si la marea está baja, se puede seguir caminando hasta la playa de Ondarreta a través de la pasarela del Pico del Loro, una zona rocosa que separa ambas playas.

El monte Urgull por un lado y el monte Igeldo por el otro protegen las sus aguas de La Concha y las convierten en el lugar idóneo para remar una piragua o un paddle surf, o disfrutar, si lo prefieres, de las vistas de la ciudad desde una mar tranquila y mecedora. Y si lo tuyo es la vela, o el submarinismo, o las travesías a nado, éste también es tu lugar.

Una playa para pasear y hacer deporte: pasear, nadar, paddle surf, piraguaLa playa de La Concha es el lugar perfecto para practicar Paddle Surf

San Sebastián y su estrecha relación con el mar

Donostia fue un pueblo marinero de balleneros, exploradores y pescadores. Su esencia y estrecha relación con el mar siguen patentes en la forma de vivir de los donostiarras. Si el mar también es un auténtico placer para ti, San Sebastián te da la opción de disfrutar de las aguas de La Concha, de pequeñas excursiones y grandes paseos en barco, de jornadas de pesca, de atardeceres de ensueño o incluso disponer de una embarcación, con o sin patrón para ti y tus acompañantes.

En verano un servicio de motoras conecta el puerto con la isla de Santa Clara, uno de los oasis preferidos de los donostiarras. El islote, habitado durante años sólo por el farero, es un punto y aparte del ajetreo de la ciudad: no hay vehículos, sólo una pequeña playita (la única de Euskadi y de las poquísimas del Cantábrico que miran al sur), senderos, escaleras, mesas de picnic, rincones íntimos y excelentes panorámicas sobre el mar y el skyline de Donostia.

paseos en barco y velero por la playa y bahía de la conchaSalida en el velero Lucretia

Visita los rincones que rodean a la playa de La Concha

La playa de La Concha está rodeada de lugares de gran interés que no te puedes perder. En el extremo derecho El Club Náutico es uno de los edificios más destacados de la ciudad; considerado como una joya del Racionalismo arquitectónico, anterior incluso a la villa Le Corbusier. Construido en 1929 por los arquitectos guipuzcoanos José Manuel Aizpurua y Joaquín Labayen, simula un barco atracado en el muelle, que cuando cae el sol, atrae las últimas luces del día. La plataforma que nace junto a él y se adentra en el mar es uno de los lugares preferidos por las y los donostiarras para relajarse.

playa-concha-real-club-nauticoEdificio del Real Club Náutico que actualmente es un club de copas

playa-concha-nautico-pasarelaPlataforma del Náutico, un lugar ideal para ver las puestas de sol

Junto al Náutico está el Ayuntamiento, antiguo casino de la ciudad, que se construyó en 1887 al estilo de las casas de juego que proliferaban en la Costa Azul francesa y la Riviera italiana. En frente, los Jardines de Alderdi Eder: espacio verde cuidadosamente planificado a finales del siglo XIX, por el paisajista francés Pierre Ducasse, con un carrusel que fascina a los niños y la presencia constante de los Tamarices, árbol presente en todas las zonas marítimas de San Sebastián.

playa-concha-ayuntamiento-carruselAyuntamiento de Donostia visto desde la playa de La Concha

En un rincón de los jardines de Alderdi-Eder cabalgan desde 1973 las pequeñas figuras de bronce de Don Quijote y Sancho Panza, concebidas varias décadas antes por el escultor sevillano Lorenzo Coullaut-Valera (1876-1932). Aunque hay quien cree que la escultura es una mera copia a escala reducida de las célebres figuras que el mismo autor realizó para la Plaza de España de Madrid, la realidad es exactamente la contraria. O sea, que la pareja cervantina de Madrid sería la copia y la donostiarra, en puridad, la original. Para realizar los Don Quijote y Sancho Panza madrileños, Coullaut-Valera hizo un prototipo, una primera escultura, que es la que podemos ver junto a La Concha.

Siguiendo la icónica barandilla de La Concha diseñada por el que fuera arquitecto municipal Juan Rafael Alday en 1916, llegamos a la Talasoterapia La Perla. Este balneario, con vistas al mar, fue construido en 1912 y considerado como uno de las más hermosos de la época.

playa-concha-barandilla-tamaricesBarandilla de La Concha al atardecer

playa-concha-talasoterapia-perlaTalasoterapia La Perla, un balneario con vistas al mar

Más adelante, siguiendo el paseo, se puede ver, dominando La Concha, el Homenaje a Fleming, una de las esculturas que, en la década de los 50, Eduardo Chillida dedicó a grandes hombres que admiraba, como el pintor francés Georges Braque, el matemático italiano Lucca Paccioli o el propio Alexander Fleming, bacteriólogo descubridor de la penicilina. Chillida realizó el original de esta obra en 1955 por encargo del Ayuntamiento de San Sebastián. En 1991, el arquitecto Joaquín Montero, muy vinculado a Chillida, diseñó el conjunto de terrazas que acogen el conjunto integrado por la obra esculpida en granito y su pedestal, en pleno paseo de la Concha.

playa-concha-homenaje-fleming-chillidaHomenaje a Fleming del escultor Eduardo Chillida

El último tramo del paseo de La Concha discurre solitario, sin la presencia de edificios, donde destaca el señorial Palacio Miramar. Esta peculiar construcción de finales del siglo XIX evoca el estilo de un palacete de la campiña inglesa y desde 1893 fue la residencia de veraneo de la reina María Cristina, Alfonso XIII y Juan Carlos de Borbón. Lo mejor del complejo son sus cuidados jardines, también diseñados por Pierre Ducasse, y perfectos para tumbarse, leer o charlar, con espectaculares vistas de la bahía.

jardines-palacio-miramarJardines del Palacio Miramar

palacio-miramar-marEl Palacio Miramar desde el mar

 


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